domingo, 6 de enero de 2013

LEAVE THE GUN, TAKE THE CANNOLI.


Hoy me siento mafioso. Me gustaría hablaros del protagonista de esta escena soberbia de El Padrino III.  ¿El pobre y ensangrentado Rizzi?, ¿Clemenza quizás? qué va... esta escena no tendría sentido sin los cannoli. Este dulce siciliano nos recuerda aquí  metafóricamente que a pesar de los pesares todo acaba bien, el final siempre es dulce. Por ese motivo Clemenza le ordena  al matón que deje la pistola (la violencia y el crimen al fin y al cabo) y coja los cannoli que representan una cortina dulce ante la macabra situación que se acaba de producir. Sin duda, una obra maestra. 

Erice (Trapani), la Sicilia  más atávica.
Probé los cannoli por primera vez mientras paseaba por las elevadas, extrañas y bellísimas calles de Erice. Esta experiencia y  el recuerdo sensorial cremoso y cítrico del queso ricotta me ha motivado a intentar cocinar este postre tan siciliano y  tan familiar en el sentido más siciliano de la palabra familia. Lo cierto es que no me ha disgustado el resultado y he de decir que durante su elaboración no se han producido bajas...
Para 15 porciones  necesitaremos:
 - 400 g  harina
- 1/2 cucharada (C) de sal
- 2 C de azúcar
- 1 huevo
- 100 g de mantequilla
- 100 ml  de cava o vino blanco
- 1 clara
- 15 tubos para enrollar la masa  que resistan el horneado (he usado unos metálicos de fabricación propia) También podéis usar papel de horno doble enrollado y doblado por las puntas, sin duda una opción más engorrosa.

 Elaboraremos el relleno de los cannoli  mezclando:
- 750 g de  queso ricotta
- 200/250 g  de azúcar
- 10 ml de agua de azahar (o esencia de vainilla)
-  Ralladura de 1 limón y de 1 naranja.
- 100 g de azúcar glass para espolvorear al final. 

"Al fin y al cabo, Don Vito, el dinero no lo es todo."
  Elaboración:
a)  Mezclar los ingredientes del relleno hasta que quede con consistencia cremosa y reservar en frío.
b)  En un bol mezclar  la harina, la clara, el huevo, el azúcar, la mantequilla, la sal y el cava. Formar un masa homogénea.
c) Estirar la masa con el amasador hasta dejarla con un grosor de 0'5 cm aprox. Cortar la masa en cuadraditos  de 4-5 cm (algo más pequeños que la longitud de los tubos)
d) Enrollamos la masa en los tubos previamente engrasados. Presionamos ligeramente los bordes del cannolo para que no se abran.
e)  Colocamos  sobre papel vegetal  y horneamos 20-25 min  a 180º por arriba y abajo. Hasta que estén dorados.  La receta original fríe los cannoli; el horneado me parece más saludable y el resultado no me ha parecido muy diferente.
f) Enfriamos y sacamos el cannolo del tubo, a veces cuesta, hay que hacer un poco de presión (y alguno se echará a perder; daños colaterales, paciencia...)
c)  Con una manga pastelera rellenamos el cannolo con la crema ricotta. Para terminar (o más bien re-matar...) espolvoreamos con azúcar glass y servimos. Es preferible conservar en frío y consumir en 3-4 días.
 Ahí queda este delicioso postre que os va a dejar muertos (no tanto como a Rizzi) de lo bueno que está y si por algún motivo no os resulta siguiendo estas indicaciones podéis optar por una vendetta siciliana  con  cabeza de caballo incluida...

Ricordate lasciare tutto e provare i cannoli...


Fuentes consultadas: 

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