viernes, 24 de mayo de 2013

FIDEOS DE ARROZ CON VERDURAS Y CURRY

Los fideos de hoy...

Año 2005, arqueólogos del  equipo de Houyan Lu, de la Facultad de Ciencias de Pekín rastreaban la zona de  La-Mian (noroeste de China).  Hace 40 siglos un gran  terremoto asoló esas tierras y no dejó ni rastro, bueno, casi. Debajo de un cuenco, entre barro y piedras,  hallaron unos filamentos  blanquecinos; los fideos más antiguos descubiertos hasta ahora; con 4000 años de antigüedad.  
... y sus ancestros.
No demasiado diferentes a aquellos fideos, aunque algo más frescos,  son los que he usado para hacer la receta que hoy os presento. Es un hecho que cuando algo funciona pueden pasar milenios sin que cambie y los fideos, como buen invento funcionan, vaya si funcionan. Esta es una receta sencilla pero resultona que admite cambios y modificaciomes  a gusto del chef. El cocinado debería ser rápido, tipo wok aunque con una buena sartén antiadherente  funciona a las mil maravillas.
 Para su cocinado he utilizado los siguientes ingredientes:

- 200 g de fideos de arroz.
- 200 g de pechugas de pollo cortadas a tiras.
250g a  2,40 €
- 1 cebolla.
- 30g de jengibre fresco.
- 100 g de calabacín.
- 100 g de zanahoria.
- 1 cucharada (C) de curry.
- 4 C de salsa de soja disueltas en 200 ml de agua.
-  Sal y aceite de oliva.

Elaboración:
 a)  Hervimos 500 ml de agua con sal. Añadimos el agua a los fideos  y dejamos reposar (sin fuego) 4 min. Escurrir y aclara con agua fría. Reservar.
b) Dorar el pollo salpimentado y añadir  el gengibre. Seguir dorando hasta que se pegue un poco. Reservar.
c) En la misma sartén añadir las verduras y dorar a fuego medio-fuerte. Primero las más duras (zanahoria y cebolla) y después  el calabacín. La idea es que queden al dente no demasiado cocidas. Si vemos que se pegan ir añadiendo poco a poco la salsa de soja disuelta en agua. El cocinado es tipo wok.
e) Añadir el curry y acabar de verter la salsa de soja  aguada. Remover bien para que se mezclen los ingredientes.
f) Añadir a  las verduras el pollo  reservado y los fideos. Fuego fuerte sin que se llegue a pegar al fondo ( en este caso añadir un poco de agua)
 Una vez en el plato, el sabor exótico característico del curry se ve acentuado por el toque ligeramente picante del jengibre. Hay que reconocer que los fideos de arroz  en  sí son algo insípidos por lo que cuando procedemos con el paso "a" de la elaboración  podemos añadir salsa de soja para potenciar el sabor.  Como opción podemos jugar con carne picada, brotes de soja, pimientos thai,  guisantes... En cualquier caso será una apuesta  que se sale de lo tradicional  y no requiere cocinados demasiado complejos. Si  aún así nos queremos complicar la vida nos queda la opción de comer con palillos...


Fuente:

 http://sociedad.elpais.com/sociedad/2005/10/13/actualidad/1129154403_850215.html




sábado, 11 de mayo de 2013

FONDO DE NEVERA DE QUESO BATIDO Y COULIS DE FRESA

Helados del Mcdonals, ¡Temblad!
 Hoy os presento un postre que bien podría ser una guarredida si no fuera porque casi no tiene calorías. Esta receta esta hecha con un queso batido 0%, de los que podemos encontrar en  cualquier súper a 1,25 € la tarrina de 500g y unas fresas maduras, que no fresones, de la cooperativa de Cambrils. El caso es que ambos productos estaban ya pidiendo ser consumidos cuanto antes y como no comparto la afición de algún ministro a comer lácteos  caducados,  pregunté  a Anita por una manera de aprovecharlos.... Ella es el cerebro y yo el brazo ejecutor.

Para esta receta necesitamos un tiempo previo para macerar las fresas, aparte de eso su elaboración es tan simple que parece mentira que el resultado sea tan   refrescantemente delicioso.

Vamos a necesitar los siguientes  ingredientes:
- Una tarrina de queso batido 0%
- 200 g de fresas maduras, casi pochas.
- 2 cucharadas de vinagre de manzana o el zumo de un limón
- 15 gotas de edulcorante
- 1 cucharada de azúcar

 Procederemos de la siguiente manera:
a) Maceramos las fresas con el  vinagre y el azúcar al menos 2-3 horas (si es el día anterior, mejor). Este proceso va a potenciar el sabor de la fruta y le aporta un toque ácido.
b) Pasamos la fresas maceradas por la batidora pero no demasiado de manera que queden grumitos de fresa. Si os da grima el grumo, pues procedéis apurando más con la batidora y luego por el chino.Ya tenemos el coulís.
c) Añadimos el edulcorante al queso batido y removemos bien. Vertemos el coulis  y presentamos en frío.

De esta forma tan sencilla vaciamos los rincones del frigo a la par que obtenemos un postre resultón de verano.

lunes, 6 de mayo de 2013

TIMBAL DE PULPO A FEIRA SOBRE CRUJIENTE DE PATATA

"Era un calamar de colosales dimensiones, de ocho metros de largo, que marchaba hacia atrás con gran rapidez, en dirección del Nautilus. Tenía unos enormes ojos fijos de tonos glaucos. Sus ocho brazos, o por mejor decir sus ocho pies, implantados en la cabeza, lo que les ha valido a estos animales el nombre de cefalópodos, tenían una longitud doble que la del cuerpo y se retorcían como la cabellera de las Furias. Se veían claramente las doscientas cincuenta ventosas dispuestas sobre la faz interna de los tentáculos bajo forma de cápsulas semiesféricas. De vez en cuando el animal aplicaba sus ventosas al cristal del salón haciendo en él el vacío. La boca del monstruo -un pico córneo como el de un loro- se abría y cerraba verticalmente. Su lengua, también de sustancia córnea armada de varias hileras de agudos dientes, salía agitada de esa verdadera cizalla. ¡Qué fantasía de la naturaleza un pico de pájaro en un molusco! Su cuerpo, fusiforme e hinchado en su parte media, formaba una masa carnosa que debía pesar de veinte a veinticinco mil kilos. Su color inconstante, cambiante con una extrema rapidez según la irritación del animal, pasaba sucesivamente del gris lívido al marrón rojizo."
Veinte mil leguas de viaje submarino. Julio Verne, 1870.

¡Hola gastrópicos! el descrito por Verne debía ser el primo de zumosol de todos los pulpos (Octopus Vulgaris). El cefalópodo con el que me las he tenido que ver este fin de semana era más modesto, menos superlativo... Mientras lo cocinaba y los tentáculos yertos seguían adhiriéndose a mis manos se me antojó pensar en lo rematadamente raro que resulta este bichito  (¿Qué pensaran los pulpos de nosotros...?),  a la vez he de admitir que  no dejan de tener un punto simpático, como de mascota. Mejor no dar ideas... Debe ser por la inteligencia que se les atribuye. Sin  el menor empacho  alguna de  las predicciones científicas del campo evolutivo los sitúan  en el nicho ecológico de los grandes depredadores; si amiguitos, justo el espacio vital que hoy ocupamos los Homo Sapiens (je, je, je; solo de pensar en nuestra  extinción me parto, me mondo y me troncho)
Pulpos colosales; ¿Quién dijo miedo?
Así pues, en un acto de verdadera selección natural entre especies,  he cocinado  un pulpo siguiendo la tradicional receta gallega pero introduciendo algunos cambios que le aportan matices de sabor y apariencia interesantes. 
Para  4 personas vamos a necesitar:
- Un cefalopodo fresco de unos 2'5 kg. Éste era de Cádiz (ya decía yo que me caía simpático a priori...)
- 2 patatas grandes
- Pimentón  de la Vera picante/dulce al gusto. 
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal Maldon
- Unas hojas de laurel. 

Para su elaboración he seguido los siguientes pasos:
a)   Poner agua a hervir y cocer a fuego medio las patatas y el pulpo  durante 1:15h. Añadir también las hojas de laurel.
b) Dejar el pulpo en el agua  y proceder con las patatas de la siguiente manera: pelar y pasar por el pasa-puré. Añadir aceite y pimentón a la masa de patata y remover bien. Debe quedar  de color rojizo.
c) Estirar la masa  con un rodillo hasta dejar 1cm de grosor. Con un molde circular (o timbal) hacemos "galletas" de patata.
d) Ponemos nuestras galletitas en la bandeja del horno sin olvidar el papel vegetal. Horneamos a 200º 10-15 min.,  hasta que se doren. Mientras tanto laminamos el pulpo con un grosor de 0'5 cm.
e) Montamos el plato con la ayuda del molde circular con el que hemos hecho las galletas: primero patata, después pulpo,  seguir con patata y finalmente on the top los tentáculos más llamativos. 
f) Retiramos  el molde y rematamos con pimentón, aceite y sal Maldon.


El plato se sirve  de caliente a tibio y casa a la perfección con un vino de Rueda Verdejo (algun purista me matará por no incluir el Alvariño...) En conclusión; una delicia tradicional con matices nuevos. En cualquier caso se cumple lo que en todas las recetas; si todos los ingredientes son de calidad, el resultado es excelente. 


Fuentes:

 http://novasadejarnada.blogspot.com.es/2010/07/pulpo-la-gallega-sobre-crujiente-de.html

 http://www.grijalvo.com/articulos/jl_Verne_Veinte_mil_leguas_de_viaje_submarino.htm